jueves, 1 de julio de 2010

La pseudo-democracia


El presidente Evo Morales tomó juramento el domingo a los primeros nueve gobernadores bajo un régimen autonómico, en medio de disputas con tres de estas autoridades opositoras al gobierno, quienes concurrieron a la ceremonia oficial en Sucre.
"Es un derecho, nadie está obligado a pensar... como el Movimiento al Socialismo (MAS, partido de gobierno) por eso quiero decirles a los gobernadores opositores, que se acabó los tiempos de conspiraciones. Intentaron sacarme de palacio y fracasaron. Ahora nos toca trabajar con ustedes para servir a nuestros departamentos", señaló Morales en el acto que se realizó en la ciudad sureña de Sucre.
Prestaron el juramento los gobernadores de los nueve departamentos del país: Beni, Pando, Santa Cruz, La Paz, Chuquisaca, Tarija, Cochabamba, Oruro y Potosí.
No he visto muestra más cínica del abuso de un espacio de opinión, que la del Sr. Presidente, ex perseguido y diputado de la nación que siendo promotor de una campaña mordaza contra sus opositores usa sin la más mínima desvergüenza frases que aluden a una impostora tranquilidad democrática adecuada solo para la fecha, por que paralelamente utiliza sin rubor los medios jurídicos a su alcance para destituir al electo alcalde de Quillacollo Héctor Cartagena en Cochabamba que no le responde políticamente al Movimiento Al Socialismo (MAS).
La farsa de Evo Morales va más allá de la contradicción entre su estética originaria y su avión de cuarenta millones de dólares que ostenta el "presidente de los pobres".Su impostura es moral e ideológica y corrompe los principios éticos que pregona aludiendo la moral del kollasuyu.
Esta nueva forma de hacer política judicializando inventando todo tipo de delitos en el pleno ejercicio del autoritarismo sindical, originan daños morales que muchas veces son irreparables porque se siembran dudas al estigmatizar a las personas con una doctrina falsa, de demócrata, porque las personas agraviadas en este proceso tienen familia, un apellido, y surge entonces la pregunta: ¿Acaso es tarea fácil lavar la imagen, la dignidad y el prestigio profesional, después de acusar irresponsable e injustamente?.
Para matizar lo expuesto cabe recordarle al presidente que no se puede ser impunemente poderoso para siempre.
Gracias a Dios no hay cargos eternos, ni tampoco farsas que duren para siempre.

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