miércoles, 3 de junio de 2009

El estado real de la oposición, más allá del "bleuf"



El bleuff se ha convertido en el mecanismo favorito de los actores políticos criollos para sobrevaluarse o al menos aparentar que están menos peor de lo que en realidad están, esperando negociar a buen precio su incorporación a un frente opositor a Evo Morales.

Nos bleufea Tuto que para salir en la tele necesita ir "a jochear a los petos" hasta Caracas de la mano de sus patrocinadores ultraliberales del FULIDE. Nos bleufea Samuel Doria, especulando con una pírrica bancada de la cual apenas un diputado - el gordito Arturo Murillo - todavía le hace algún caso.

Nos bleufean los prefectos del CONALDE, pretendiendo que tienen todavía alguna gravitación y convocando a comparecer a los candidatos presidenciales que deseen su venia para candidatear, cual si semejante apoyo representara todavía algún tipo de apoyo o como si Cossío o Costas pudieran garantizar siquiera un voto en Tarija o Santa Cruz.

Los más hilárico, nos bleufea el MNR con graffittis urbanos en el eje que amenazan con un resurgimiento (imagínese, resurgir el movimientismo como opción a pocos días de la fuga masiva de los ministros de Goni). Pero de qué nos extrañamos, la política se ha vuelto un poker barato donde nos bleufean hasta Cárdenas, Joaquino y Véliz presumiendo de un "liderazgo alternativo indígena", cuando no controlan ni sus propias comunidades o su municipio.

Mi amigo Andrés Ortega lo dijo con claridad: Cárdenas tiene embargada la voz hasta que demuestre al menos capacidad de recuperar su casa y Joaquino tiene pendiente el compromiso que hizo en La Paz de renunciar esta semana a la alcaldía de Potosí. Tomarlos políticamente en serio antes de eso, sería una concesión excesivamente graciosa.

Lo mismo pasa con Tuto, que todo lo que tiene es estar de tirasaco del literato ultraderechista venido a ideólogo del neoliberalismo o hacer que su sobrino-diputado abuse de la testera y los micrófonos del parlamento para recordarle al país que aun sigue vivo el vendepatria y traidor más grande de la década pasada. Si resulta patético el intento del CONALDE de condicionar a los candidatos presidenciales, resulta más patético el humor de discoteca de Quiroga, que desdeña asistir a la convocatoria a "Miss Conalde", cuando fue él quien rogó a los prefectos- bajo promesa de "ser cada uno presidente de sus regiones" - a aceptar el revocatorio.

Ese es el estado real de la oposición: petimetres que dicen ser opositores a Morales cuando diariamente negocian leyes a cambio de plata y pegas; impostores que se dicen indígenas cuando no tiene pisada ni en su propia comunidad y no arrancarían un voto en el campo; indigenistas "independientes" que se reúnen en Miami con los criminales de octubre negro y aceptan la plata de los gastos reservados para su campaña; "autonomistas" que traicionaron a Leopoldo, Manfred y al movimiento cívico; prestidigitadores de las cifras que compran encuestas para suplantar el apoyo del que carecen; tahúres y bleufeadores todos. Una corporación de inmorales que quiere convencernos de que todavía valen algo a plan de comprar "analistas", primeras páginas y titulares televisivos que comentan encuestas que no existen.

¿Cuáles son entonces nuestras opciones reales, de cara a diciembre 06? En mi opinión, buscar en nuestra memoria corta la última posición consecuente con la justicia y la constitución; la última referencia de capacidad de gestión pública; la última actitud de responsabilidad política en medio de quienes actúan por calculo electoral, en resúmen, la última posición moral.

Se sorprenderá: una ex tribuna que resistió hasta el final y un par de ex prefectos defenestrados por el fraude de agosto, son la última referencia de capacidad de gestión, de responsabilidad política y de moral en perspectiva de las siguientes elecciones. El resto, son una reproducción barata de las mismas actitudes y mañas que llevaron a Evo al poder.